Cómo bajar la hipertensión

Remedios para la hipertension

La hipertensión o presión arterial alta es cuando los niveles de presión sanguínea se encuentran constantemente por encima de los valores considerados normales.

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La hipertensión es una enfermedad silenciosa

La hipertensión es una patología que no distingue de sexo o raza, además es una enfermedad silenciosa cuya única manera de saber si se padece o no, es a través de su medición o cuando ya es demasiado tarde y esta ha traído consigo consecuencias graves a nuestra salud.

Algunas de las condiciones que pueden generar hipertensión están relacionadas con ser mayor de 60 años de edad, tener colesterol alto, ser diabético y tener antecedentes de familiares que padezcan la patología.

Hay dos tipos de medición para la presión de la sangre sobre las paredes de las arterias:

Presión arterial sistólica (PAS) o máxima: se considera tensión alta aquella medida que resulte superior a 140 mmHg.

Presión arterial diastólica (PAD) o mínima: el máximo valor aceptable para la tensión baja es de 90 mmHg.

La hipertensión actúa negativamente sobre el sistema circulatorio y todo órgano o sistema conectado a este como el corazón, riñones, cerebro, arterias y ojos, entre otros. Es decir, que todo nuestro organismo puede sufrir los efectos de una tensión elevada.

Algunas de las consecuencias de esta enfermedad son:

  • Derrames o accidentes cerebrales.
  • Enfermedades cardíacas como infarto.
  • Colapso de las arterías.
  • Daño renal.
  • Aneurisma de la aorta abdominal.
  • Daño ocular.

¿Qué debo hacer para prevenir la hipertensión?

Una vez que se comienza a sufrir de hipertensión, esta enfermedad por lo general se vuelve crónica y requiere de un estricto cuidado en nuestra alimentación, así como un tratamiento médico continuo y controlado.

Lo mejor para evitar y controlar la hipertensión es llevar a cabo algunas medidas necesarias, por lo que te sugerimos algunas de muy fácil aplicación:

Darle movimiento a tu cuerpo

Una de las condiciones para que se dé la hipertensión es el sedentarismo, por eso es conveniente que hagas una rutina diaria de ejercicio, donde puedas elevar y mantener por lo menos durante 40 minutos diarios un ritmo cardiaco elevado.

Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio tal vez puedas comenzar con una caminata a ritmo moderado, practicar natación o alguna otra actividad física de manera regular.

Come sano

La alimentación está estrechamente ligada al padecimiento de esta enfermedad, así que evita comer frituras, baja la ingesta de embutidos, productos de pastelería y alimentos ricos en grasas saturadas.

Come más alimentos con grasas buenas que incluyan aceite de oliva, aguacate, pescado e introduce en tu dieta diaria vegetales y frutas. Así mismo es importante que disminuyas el consumo de sal.

Ten en cuenta que no sólo es la sal que añades a tus comidas, es también la sal que contienen los productos envasados o en conserva.

Disminuye de peso

En la medida que tengas sobrepeso, en esa misma medida serás más propenso a sufrir de tensión elevada. Define cuál es tu peso óptimo y trázate una meta para perder esos kilos de más.

Disminuye el consumo del alcohol

Se sabe que las personas que abusan del alcohol tienden a padecer hipertensión.

Deja el tabaco

Además de evitar que te suba la presión arterial, mejorará muchos otros ámbitos de tu vida.

Controla el estrés

Aunque es difícil no sentirse nervioso ante situaciones particulares, debemos reconocer qué es lo que nos hace sentir ansiosos o estresados para aprender a manejar las emociones.

Las subidas bruscas de la presión arterial vienen dadas por qué no sabemos controlar ciertas situaciones que desencadenan en preocupaciones constantes. Práctica alguna técnica de relajación como el yoga y si consideras que no podrás solo, busca ayuda profesional sobre cómo manejar las emociones.

Controla los niveles de colesterol en la sangre

Elevados niveles de colesterol más problemas de hipertensión es la fórmula perfecta para incrementar los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Así que toma las medidas pertinentes.

Mide tu tensión regularmente

Recuerda que es una enfermedad silenciosa, tal vez puedes tener la tensión alta y no darte cuenta. Para tener una correcta medición deberás estar en estado de reposo por lo menos 15 minutos antes de la toma.

Si ya sufres de la enfermedad será recomendable que tengas en tu hogar un tensiómetro para que puedas tomarte la tensión diariamente si así lo requieres. En la actualidad hay tensiómetros digitales de muy fácil manipulación.

Puede darse el caso de que haya subidas de tensión que no necesariamente obedezca a que sufras de hipertensión, seguramente tu medico te mandará realizar tomas de tensión diarias para analizar el nivel de tensión en un lapso de tiempo.

Algunos de los síntomas que se te pueden presentar e indicar que padeces de hipertensión, en cuyo caso debes acudir de emergencia a un centro de salud, son:

Sensación de cansancio, acompañada de dificultad para respirar.

  • Dolor de cabeza intenso.
  • Dificultad para hablar.
  • Dolor intenso en el pecho que se irradia hacia el brazo y dificultad para levantarlo.
  • Parálisis facial.
  • Mareos, vértigos o sensación de perturbación.
  • Visión borrosa o pérdida de la misma.

Si ya padeces la enfermedad, aparte de seguir las recomendaciones dadas anteriormente, tendrás que llevar un riguroso control con tu médico, que seguramente te indicará la necesidad de tomar fármacos.

Lo realmente importante para tener unos niveles de tensión adecuados es cambiar el estilo de vida y es que llevar una vida más saludable marcará la diferencia.